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El bisfenol A de las botellas de plástico puede provocar alergias alimenticias

Seguimos conociendo más efectos adversos del temido bisfenol A (BPA). El Instituto Nacional Holandés para la Salud Pública y Medio Ambiente (RIVM), ha detectado que el BPA genera efectos en el sistema inmunológico de los recién nacidos, y que, además, tiene relación con las intolerancias alimentarias que muchos mostramos cuando somos adultos. A raíz de este estudio, un grupo de expertos internacionales de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria ya se ha puesto a evaluar todas estas pruebas científicas.

Las pruebas se han realidado en ratones, a los que se les exponía al BPA perinatalmente. Los efectos al BPA deterioraron la respuesta celular a los antígenos de los alimentos, y aumentaba la posibilidad de sufrir infecciones parasitarias intestinales.



¿Qué es el bisfenol y por qué no debes beber agua en botellas de plástico con esta sustancia?

Seguro que a estas alturas ya sabes, has leído o has escuchado que el bisfenol A de las botellas de plástico y otros envases alimenticios es peligroso. El debate no es nuevo, y no está exento de polémica, pero... ¿Qué es exactamente y por qué es un peligro?

El bisfenol A es la sustancia química que, entre otros muchos usos, se utiliza para endurecer los plásticos, evitar la corrosión en latas o prevenir que las bacterias germinen en los alimentos. En el caso de los plásticos, incluso se ha usado para elaborar los biberones infantiles, tazas y latas de leche líquida para bebés.



La "letra pequeña" de tu botella de agua mineral.

Mucho se ha hablado y se sigue hablando sobre lo inapropiado que es y el riesgo que supone reutilizar las botellas de plástico PET (Tereftalato de Polietileno) material del que están hechas la inmensa mayoría de las botellas que usan prácticamamente todas las marcas de agua envasada, conocidas o no.
No entraremos en esta ocasión -aunque sí lo haremos en otro momento- a desarrollar la composición química de los materiales, ni el origen de los mismos ni el desecho que generan ni el porcentaje de reciclaje real que se lleva a cabo con estos productos. 
Esta vez vamos a ser muy pero que muy breves y concretos. Y hoy vas a ser realmente tú quien haga el "trabajo de investigación". 

¿Qué te pedimos que hagas? algo tan sencillo como que mires a ver si tienes alguna botella de agua mineral a mano. ¿La tienes? pues rebusca entre el texto o investiga un poco los iconos, en la parte menos comercial de la etiqueta. Seguramente en ella te indicarán la composición del agua, posiblemente el tipo de mineralización, y otras cuestiones como que debe evitarse que incida la luz del sol, que debe conservarse en lugar fresco, etc. Pero antes o después, delante o detrás, arriba o abajo, encontrarás un icono, un diagrama o una breve frase de apenas dos o tres palabras que te avisa de algo: esa botella que tienes en la mano no debe rellenarse, ni reutilizarse, es decir, es una botella de UN SÓLO USO. 

Así es. ¿Sorprendid@? Reconocerás que en verdad no mucho porque en el fondo algo habrías escuchado alguna vez acerca de esto. 
Íbamos a ser breves y así haremos. Por ello en otro momento profundizaremos más en este debate y en la controversia que este asunto lleva años generando (sobre todo con el bisfenol A), pero ahora sólo queríamos que vieras con tus propios ojos que son las propias marcas las que te advierten que esas botellas de agua mineral que todo el mundo rellena en la oficina, que te llevas a hacer deporte o con las que beben los niños en el parque NO SON REUTILIZABLES. 
Y esto no te lo decimos nosotros. Te lo está diciendo tu botella, ésa que tienes en la mano. 
Cuando menos da qué pensar ¿verdad?

Seguiremos...